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27 Feb 2019 /Publirreportajes

Cannabis medicinal: el camino hacia el autocultivo con fines terapéuticos

Tras no obtener resultados positivos con la medicina tradicional, hoy son cerca de 50 mil personas las que utilizan marihuana para padecimientos oncológicos, dolores crónicos y epilepsia refractaria, de acuerdo a cifras estimadas por la Fundación Daya.


En 2014, el Instituto de Salud Pública de Chile aprobó el ingreso de Savitex al país, un remedio elaborado en base a un extracto vegetal de cannabis, para uso terapéutico. Pese a que solo se autorizó para el beneficio de una persona, fundaciones y agrupaciones coinciden en que este hecho abrió el debate a nivel nacional sobre el cultivo de marihuana.

La discusión se consolidó, de manera posterior, con el proyecto de ley de cultivo seguro impulsado por la diputada Karol Cariola, junto a organizaciones como Fundación Daya, Mamá Cultiva o la Corporación de Fibromialgia de la Región de Valparaíso.

La iniciativa, que logró una amplia aprobación en la Cámara de Diputados y que hoy se encuentra en el Senado, busca modificar el Código Sanitario y así permitir el cultivo de cannabis para el tratamiento de enfermedades, previa receta médica, creando una protección para quienes cultivan con fines medicinales.

Actualmente, el cultivo de cannabis para consumo personal no está prohibido en nuestro país, por lo que no constituye delito. Sin embargo, agrupaciones acusan una ambigüedad en la normativa vigente -que persigue el tráfico de ciertas sustancias, entre ellas el cannabis- que deriva en incautaciones y detenciones a pacientes medicinales. El proyecto de ley, en otras palabras, evitaría criminalizar a quienes cultivan su medicina y fabrican sus productos.

De acuerdo a estimaciones entregadas por la Fundación Daya, dirigida por Ana María Gazmuri, existen aproximadamente 50 mil personas que usan marihuana con fines terapéuticos para disminuir dolores, acompañar quimioterapias y en casos de sufrir esclerosis múltiple, fibromialgia o enfermedades relacionadas a la tercera edad.

Sumado a lo anterior, la organización precisa que debido al uso terapéutico de cannabis se han observado resultados positivos en alrededor de 200 patologías, como: glaucoma, dolores crónicos, epilepsia, depresión, lupus, insomnio, asma, anorexia, entre otras.

Además, en base a un estudio realizado por la misma Fundación Daya, los beneficios que presentan pacientes con epilepsia, tratados con extractos orales de cannabis, son más efectivos en comparación con quienes consumen medicamentos tradicionales. De 11 pacientes, la mayoría disminuyó de forma importante la cantidad de convulsiones, uno dejó de padecerlas y tres no respondieron al tratamiento. Efectos secundarios como insomnio o irritabilidad, se solucionaron cambiando las dosis.

Dentro de los compuestos medicinales de la cannabis, se encuentran los fitocannabinoides, un tipo de cannabinoide sintetizado naturalmente por la planta. Pese a que se han identificado alrededor de 100 de estas sustancias, las más importantes son: THC, cannabidiol, cannabinol y cannabicromeo, que actúan como analgésico, antiinflamatorio, ansiolítico, sedante, antibiótico, entre otras propiedades.

Un histórico hecho que tuvo lugar durante este proceso, fue el primer cultivo de cannabis medicinal en Chile y Latinoamérica, en 2014, gracias a un proyecto llevado a cabo por la Fundación Daya y la Municipalidad de la Florida, destinado a beneficiar a 200 personas con dolor crónico, producto de padecer cáncer.

Por su parte, la Fundación Mamá Cultiva, que agrupa a cerca de 600 mujeres que cultivan marihuana para tratar a sus hijos, también ha tenido un rol fundamental en el debate nacional sobre este tema. En Grow Barato puedes comprar cualquier artículo relacionado con el propio cultivo.

De acuerdo a los testimonios difundidos por la organización, el aceite de cannabis que fabrican, ha permitido entregarles una nueva vida a niños, disminuyendo, en algunos casos, de 12 a dos crisis diarias, o de 24 a cuatro espasmos diarios.

Mercado negro

Un estudio realizado en 2018 por la revista británica The Economic Journal, analizó los índices de crímenes violentos en estados de Estados Unidos que legalizaron el cultivo de cannabis medicinal y que, además, comparten una frontera con México. Los resultados arrojaron una caída en los robos de un 19%, además de una disminución de un 41% en la tasa de homicidios relacionados con el comercio de drogas.

De acuerdo a la académica Evelina Gavrilova, una de las autoras del estudio, al poder cultivar plantas legalmente, las personas ya no necesitan comprar en el mercado negro, por lo que las organizaciones de tráfico de drogas tienen menos clientes.

El documento indica que, “el contrabando de drogas ilícitas está relacionada con niveles extremos de violencia” y asegura que, “a medida que disminuyen los ingresos, también lo hace el incentivo para invertir en actividades violentas”.

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