Raimundo nació prematuro, pero en perfectas condiciones. Se recuperó rápidamente y lo dieron de alta antes de pesar 2 kilos: "Rai siempre fue luchador. Tomó mi leche apenas pudo y no tuvo problemas respiratorios, así es que, pese a lo complicado del escenario, todo salió muy bien", cuenta Mackarenna Yunge, su madre. Pero la situación cambió entre el tercer y cuarto mes de nacido: "Lloraba mucho, todo el día. Yo creía que era normal, pero mis amigas me hicieron ver que algo debía estar pasando. Además, tenía manchones rojos en su cabeza y cara, sarpullidos bien feos. El pediatra me decía que era por su color de piel, tan blanca. Dejó de querer mi leche, tenía hambre, pero no tomaba. Yo me deprimí, estaba estresada y comencé a consultar a numerosos especialistas que me dieron distintos diagnósticos... fui a unos 10 doctores", cuenta.

Raimundo llegó a tener desnutrición en grado 2, debido a que tenía hambre, pero nocomía. Tenía alergia silenciosa: "Probamos con la leche en tarro hipoalergénica, pero no sirvió. Hasta que le diagnosticaron alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) y a muchos otros alimentos. El doctor me recomendó la leche de burra. Ahí conocí Equus Milk y todo empezó a cambiar", explica Mackarenna.

Las dos fundadoras de Equus Milk también tuvieron hijos con APLV, lo que hizo que conocieran esta leche y sus beneficios. "Alimentando a nuestros hijos con ella se acabó el problema de la alergia, pero empezó otro: cómo conseguir la leche, porque la oferta era limitada. Con Daniela, mi socia, empatizamos con otras mamás que vivían el mismo problema y vimos una oportunidad de mejorar sus vidas y las nuestras", cuenta Carmen Cornelius, socia y gerenta comercial de esta empresa. "Esta leche traspasa anticuerpos, tal como la leche materna. Es una gran solución para los niños que sufren esta condición", explica Nicole Figari, nutricionista y autora del libro "¿Y ahora qué como? Mi hija tiene alergia alimentaria". En tanto, Raimundo lleva 7 meses consumiendo esta leche y ya come casi de todo: "Para mí la leche de burra fue un milagro y estoy muy agradecida de tener la oportunidad de dársela a mi hijo. Desde que empezó a tomarla también pudo comer otros alimentos a los que era alérgico... hoy come casi de todo", cuenta Mackarenna.