Contenido presentado por Aspen

El Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) sugiere que un enfoque saludable para el consumo de bebidas y alimentos debe establecerse en la infancia con el objetivo de prevenir los efectos negativos para la salud en esta etapa y en la edad adulta¹. Para que se cumpla lo anterior, recomienda evitar o limitar los azúcares añadidos en bebés, niños y adolescentes¹.

En este sentido, es fundamental que conozcas que los macronutrientes son las proteínas, los carbohidratos y las grasas, los cuales son esenciales en el crecimiento adecuado del niño. Por ejemplo, durante los primeros meses de vida los carbohidratos proporcionan un 40% de la energía total proveniente de la leche materna, siendo la lactosa el principal carbohidrato² y endulzante natural otorgado por la madre al bebé.

La lactosa es el azúcar natural de la leche materna y por lo tanto, es un azúcar que produce beneficios en la nutrición del niñ@.

Se denominan azúcares a los carbohidratos que generalmente tienen sabor dulce. Existen intrínsecos, que se encuentran naturalmente en frutas (fructosa, glucosa), verduras, algunos granos, leche (lactosa) y los extrínsecos son aquellos añadidos a los alimentos¹.

Se refiere tanto a los monosacáridos (glucosa, fructosa) y disacáridos (sacarosa) como también a la miel, almidones hidrolizados y jarabes (jarabe de glucosa, jarabe de alta fructosa) que son añadidos durante la preparación de los alimentos y/o su fabricación ¹.

Los azúcares añadidos, aunque pueden ser requeridos en algunas situaciones clínicas, no son un componente necesario de la dieta en niños sanos, ya que al entregar sólo calorías sin otros nutrientes esenciales, puede llevar a una menor ingesta de alimentos más saludables y contribuir a una malnutrición. Existe amplia evidencia que relaciona el consumo de azúcares añadidos con la obesidad, diabetes, caries y enfermedades cardíacas¹. De ahí la importancia de reconocerlos en la nutrición, incluyendo las leches de crecimiento y determinar la cantidad que consume tu hijo, para mantener una actitud preventiva y saludable.

Actualmente en Chile puedes encontrar productos con sellos de advertencia que nos ayudan en cierta medida a distinguir alimentos con alto contenido en azúcares (”ALTO EN”), pero estos no son los únicos indicadores útiles para consumirlos. Por lo tanto, a continuación te guiaremos como leer las etiquetas, ya que la tabla nutricional y la lista de ingredientes son de gran importancia para tú nutrición y la de tu familia.

Aquí se declaran las cantidades de carbohidratos disponibles. Por ejemplo, si quieres lograr un adecuado crecimiento y desarrollo de tu hij@ asegurando el consumo de un producto 100% lactosa, al igual que la leche materna, los valores declarados de carbohidratos disponibles, azúcares totales y lactosa deben ser iguales.

En el caso de diferir, una manera confiable de identificar los azúcares añadidos es leyendo la lista de ingredientes, ya que en algunas ocasiones no declaran el detalle de los azúcares totales en la tabla y menos su contenido de jarabes.

Los ingredientes siempre van de mayor a menor, es decir, si el primero es lactosa significa que se consumirá principalmente este ingrediente. Sin embargo, los azúcares tienen muchos nombres y esto también puede dificultar su identificación. Es por ello que debes aprender a reconocerlos.

Busca en la lista de ingredientes aquellos que terminen en «osa», esa es la terminación de la mayoría de los azúcares, como la sacarosa (azúcar de mesa), glucosa, maltosa y dextrosa por mencionar algunos. Otros tipos frecuentes de azúcares añadidos que no incrementan el valor de los azúcares totales pero que igual se deben evitar son: el jarabe de glucosa y/o maíz, sólidos de jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, etc. Recuerda que el azúcar natural de los alimentos, como la lactosa en la leche, no se considera añadidos.

Alimentar a tu hijo con una fórmula infantil que contenga como única fuente de carbohidratos la lactosa, es una buena elección, ya que es el “azúcar” natural de la leche materna, no se considera como un azúcar añadido¹,⁴ y porque a diferencia de otros azúcares, entrega múltiples beneficios para la salud y bienestar de tu hijo³. El futuro de tu hijo está en tus manos.

Fuentes:

¹ Fidler Mis N, Braegger C, Bronsky J, Campoy C, Domellöf M, Embleton ND, et al. ESPGHAN Committee on Nutrition. Sugars in infants, children and adolescents: a position paper of the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Committee on Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2017;65:681-96.

² Teresa Partearroyo, Elena Sánchez C, y Gregorio Varela M; Nutr Hosp 2013;28(Supl. 4): 40-47 ISSN (Versión papel): 0212-1611 ISSN (Versión electrónica): 1699-5198 CODEN NUHOEQ S.V.R. 318.

³ Grenov B, Briend A, Sangild PT, et al. Undernourished children and milk lactose. Food and nutrition bulletin. 2016 Feb 18:0379572116629024.

⁴ Koletzko et al. (2005). Global Std. For the comp. Of Inf. Flas: Rec. Of an ESPGHAN Coord. Int. Expert Group, J. of Ped. Gastro and Nutrition, Vol 41, pages 584 – 599.

Seguir leyendo